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Lluís Domènech
Domingo, 07 de Junio de 2020 Tiempo de lectura:

La otra crónica del coronavirus: nueva realidad y nueva transparencia

Esta semana se han hecho públicos los datos por localidad, bienvenidos sean. Estábamos ante uno de los momentos que saldrán en 'Érase una vez el hombre' y los contemporáneos a la crisis no sabemos con certeza matemática lo que ocurre en la calle donde solemos pasear.

Para que lo entiendan y utilizando el símil erróneo que tanto gusta: se está librando una guerra y únicamente contabilizamos algunos heridos; comenzamos el conflicto bélico cual Polonia frente al temible ejercito nazi, enviando a nuestros soldados a caballo para que se enfrentaran a unos tanques desconocidos; las infraestructuras defensivas se vieron saturadas y tuvimos que desempolvar los hospitales de campaña… Y, mientras los sanitarios participaban en una carrera de motocicletas sin casco, los políticos han jugado a hacer política.

 

Para no dar pie a confusión aclararé que ha habido mejores y peores; que todos ellos se han visto desbordados por un directo de un peso pesado, siendo boxeadores de peso mosca; y que ha habido instituciones, funcionarios y dirigentes que, dentro de sus posibilidades, han reaccionado.


Mi labor habitual se centra en la ‘microactualidad’ y, en mi ámbito de movimiento, la Diputación actuó rápido para desinfectar las pintorescas calles de la Castellón vaciada.

 

En el caso de la casa grande de Onda, creo que es una de las instituciones que antes presentó medidas para ayudar social y económicamente a sus vecinos. Además el Ayuntamiento ha implorado repetidamente, aunque en muchos caso fuera una oda al viento, que se enviasen mascarillas, test y hasta dinero para la localidad del azulejo y el enfrentamiento…


No soy yo quien valorará, por ejemplo, las líneas de apoyo que ha presentado el Consistorio para los autónomos. Hace unos años que abandoné el gremio y no me ha dado tiempo a consultar la opinión de los 500 que las han solicitado.

 

En otro capítulo de mi beligerancia hablaré de las oposiciones (de las políticas, no de las que te otorgan un sueldo digno, un horario benévolo y días ‘moscosos’). Abarcaré los tres bandos: los que mandan, los que no y los que hacen oposición a la oposición. En todo caso, he echado de menos a los rivales sentados juntos en una mesa o en el suelo con el culo sucio, como lo hacemos el resto de los mortales.

 

Cabe recordar que la última vez que dicho cónclave aconteció fue a finales de los 70. De ello salió una paella común en la que intentaron poner carne y pescado, años de propaganda en medios y una digestión pesada que hoy provoca alguna que otra cagalera. 

 

Ahora mismo estamos montados con Cristóbal Colón en el Santa María y no sabemos con qué playa nos toparemos en los morros y cuánto escorbuto tragaremos hasta llegar a ella. Dicho destino tropical (posiblemente con cocos moldeados por un cirujano plástico, calentamiento global y penurias) ha recibido el nombre de Nueva Normalidad como se hubiese podido llamar América o La Española.

 

[Img #41703]Y aquí, en tierra de atardeceres rojos y perfume de brea que explica Serrat, hace un mes que en aras de la trasparencia anunciaron que se facilitarían los datos funestos que se estaban produciendo en cada municipio.


Permítanme apuntar que en las cifras presentadas por población faltan los positivos en los test rápidos. Déjenme que pregunte si en las cifras de fallecidos se amparan los pacientes que perecieron por otro tema, pero estaban certificadamente contagiados. Y, sobre todo, me cuestiono el paraíso fiscal exento de rigor numérico en que se encuentran los enfermos diagnosticados por el médico, sin prueba, que han estado en cuarentena en sus domicilios con tos y fiebre.

 

En el capítulo de los medios de comunicación prefiero morderme la lengua y envenenarme… recoger cable y capitular…


Solo les sugeriré que ahonden y naveguen en la información, que también la hay; que eviten caer en la tentación de quedarse únicamente con la sacarina de los aplausos; y que no confundan las capturas de pantalla con la verdad contrastada.


La pandemia ha golpeado a pie de calle, en los hospitales, en las habitaciones precintadas y en los comercios cerrados. Busquen esas imágenes, lean esos textos y podrán hacerse una idea de cómo ha sido la prehistoria de la Nueva Realidad

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