Este lunes han empezado los alumnos el nuevo curso escolar en unas condiciones muy diferentes a las que estamos habituados y con todas las dudas e incertidumbres habidas y por haber. Alumnos, padres, profesores y por extensión abuelos han asumido la vuelta al cole con un voto de confianza a las autoridades que han diseñado los protocolos anti-COVID en los centros.

Es cierto que no todos parece que otorgan ese voto de confianza. En la encuesta que ARRELS ha propuesto a sus lectores estos días sobre ¿Crees que los niños deben volver al colegio en la situación actual? Los resultados ofrecen un equilibrio entre los que están a favor (47,9%) y los que están en contra (52,1 %), repartiéndose estos entre los que directamente opinan que los protocolos no son suficientes (32,77 %) y los que preferirían retrasarla un tiempo a la espera de acontecimientos (19,33 %).

Por desgracia estamos ante el tan habitual método de prueba y error que en esta situación se vuelve dramático. Porque no nos equivoquemos, el problema principal no es si los niños se van a contagiar o no, que también. El mayor problema es la relación de estos niños con los abuelos, que son los que en gran medida se encargan de llevarlos, recogerlos, darles la merienda e incluso la comida y que a partir de ahora se mueven en unas posibilidades de contagio infinitamente mayores.

Esperemos que en caso de error, este no sea irreparable.