Viernes, 05 de Septiembre de 2025

Actualizada Viernes, 05 de Septiembre de 2025 a las 11:09:29 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

La Cantonera RSS

Miércoles, 23 de Junio de 2021

Biblioteca, divino tesoro

Belén Andrés

Se acerca el verano y el buen tiempo ya está aquí. Durante los próximos meses vamos a pasar gran parte de nuestro tiempo libre en el río, la playa o la piscina y qué mejor idea que seleccionar unas cuantas lecturas para que esos ratos sean aún más agradables. En esta época en la que queremos disfrutar y descansar para olvidarnos de los tiempos que nos ha tocado vivir, me parece muy buena idea alejarnos un poco de la saturación digital que nos acompaña día a día y adentrarnos en mil historias que nos harán viajar, pensar, sentir y reír donde quiera que estemos.

 

En la misma línea, bien es cierto que los libros cuestan un dinero. Si nos queremos comprar cuatro o cinco para pasar el verano, es muy posible que se nos salga del presupuesto. Pero, por suerte, hay solución para todo. ¡La biblioteca! Qué poco valor damos a las bibliotecas y qué poco reconocemos su labor. Las bibliotecas ponen a nuestro alcance todo tipo de libros, nos dan a conocer autores desconocidos y nos permiten leer las últimas novedades o libros que tienen más años que nosotros mismos. Y lo mejor, ¡es gratis!

 

Qué bonito tener entre las manos un libro prestado que saber que tienes que cuidar bien para que otras personas lo puedan tener en las mismas condiciones que tú. Por cuántas manos pasarán, qué valor tendrá para cada lector, ¿cambiará ese libro la vida de alguien? Quizás es el primer libro o el último que lea en su vida, quizás ese libro le trae un recuerdo especial o incluso ha llegado por casualidad. Los libros esconden muchas historias, no solamente las que cuentan.

 

Por todos es sabido que mi autor contemporáneo favorito es el francés David Foenkinos y, qué suerte la nuestra, la Biblioteca Pública Municipal de Onda nos ofrece la oportunidad de disfrutar de varias de sus obras que yo, personalmente, recomiendo encarecidamente. Es un autor que engancha, su manera de escribir atrapa y es imposible dejar una lectura a medias. Estos son los títulos que podéis coger prestados actualmente:

 

Los recuerdos: fue el primer libro que leí de Foenkinos y lo cogí prestado de la biblioteca de mi barrio. Es un libro muy emotivo, particularmente para las personas que hemos tenido una relación muy afectiva con nuestros abuelos. Esta novela nos hace pensar en el paso del tiempo, en el valor de una sonrisa y en el poder de los recuerdos. Si nunca has leído nada del autor francés, podrías empezar por aquí. Cuando empieces, no podrás parar.

 

Lennon: es una biografía de John Lennon con la visión y el humor tan particular de Foenkinos, pero no por ello, pierde interés, más bien todo lo contrario. En este libro podemos descubrir la cara más desconocida del artista y descubrir todas las etapas de su vida, desde su infancia y la relación con sus padres hasta el fin de su vida. Muy recomendable para todo el mundo, alejado por completo del fenómeno fan.

 

Charlotte: la autobiografía de Charlotte dentro de una obra biográfica, este libro es una obra de arte. Fue primer libro que cogí prestado de la Biblioteca de Onda y recuerdo ese día como si fuera hoy, ese mismo día lo empecé y lo terminé. Charlotte es una pintora alemana de origen judío con la que viviremos el frenesí de las huidas, el miedo y a la vez descanso del resguardo y un importante secreto que dará un vuelco a su vida. Si solo pudiera elegir un libro de este autor para leer en mi vida, sería, sin duda, este. Está disponible en catalán.

 

Hacia la belleza: esta novela narra la historia de una huida en busca de la felicidad. Desde el primer momento me identifiqué mucho con Antoine, el protagonista, y desde entonces sentí que yo misma le acompañaba día a día. Este libro me emocionó especialmente, de hecho, le dediqué una entrada en La Cantonera de Fanzara porque merece muchísimo la pena, no solo por la calidad de la lectura sino por el valor de la reflexión que nos deja. Forma parte de uno de mis imprescindibles y es una suerte que podamos cogerlo prestado en la biblioteca.

 

Dues germanes: este es el último libro de Foenkinos que he leído y también le dediqué una entrada en mi blog personal. Me sorprendió su final, no estoy acostumbrada a semejante giro de los acontecimientos en los libros del francés. Sin embargo, reconozco que es una lectura para no pasar desapercibida en la que David Foenkinos nos muestra su particular humor de una forma macabra. En este caso, está disponible en catalán. No lo recomendaría a alguien que no ha leído nunca a este autor porque puede crear una imagen de su literatura que no sería la correcta, pero sin duda, lo recomiendo insistentemente a quienes ya hayan caído en sus redes.

 

Espero que esta entrada os anime a visitar la biblioteca y descubrir todas las obras que os están esperando. En la próxima entrada os haré un resumen de mis recomendaciones literarias para el verano que también podéis encontrar en la biblioteca.

 

Y recordad, siempre es buen momento para leer.

 

[Img #46776]

 

Domingo, 30 de Mayo de 2021

Vivir en un pueblo es ...

Belén Andrés

Hace casi siete años tomé la decisión de dejar la gran ciudad para mudarme al pueblo donde veraneaba, en el que durante el invierno viven menos personas que en la escalera de mi antiguo edificio. Desde entonces, siento que mi día a día está lleno de aventuras y desaventuras que desde hace un tiempo me dedico a dejar escritas para poder releerlas dentro de unos años y reírme de aquella pobre urbanita en modo adaptación al medio rural.

 

Vivir en los pueblos ahora está de moda. Dejarlo todo a cambio de una prometedora vida rural en la que todo es bonito, perfecto, los días son soleados y las cosas son fáciles, muy fáciles. Mudarte a un lugar donde es fácil hacerte con un trozo de tierra para plantar tus propias hortalizas que puedes recoger en un plazo de tiempo cortísimo, cambiar de hábitos de la noche a la mañana, integrarte con el resto de vecinos y dejar de ser un “forastero”. Pero la realidad es bien diferente. ¿Qué tal si nos alejamos un poco de los estereotipos que nos intentan vender?

 

Vivir en un pueblo implica que te conozca todo el mundo y que se sepa siempre, absolutamente siempre, todo lo que haces. Se sabe si ponemos muchas o pocas lavadoras; si barremos la calle a menudo o casi nunca; si el pis que hay en la calle es del perro de un vecino o de otro.

 

Vivir en un pueblo significa que te consideren parte de esos raros especímenes que habitan en la “España vaciada”. Pero yo digo que no, vivir en un pueblo es mucho, pero que mucho más que eso.

 

Vivir en un pueblo es poder aparcar casi siempre en la puerta de casa, despertarte por la mañana y que se oigan los pájaros cantar, que cualquier vecino te recoja un paquete que trae un mensajero y te lo lleve a casa cuando llegas de trabajar. Vivir en Fanzara significa pasear por la montaña y encontrarte cabras, incluso quedarte en un punto clave, llamarlas y que aparezcan. Vivir en un pueblo implica aprender a sacarte las castañas del fuego sin tener tantos recursos como en otros sitios y lo más importante, aprender a no necesitarlos. Vivir lejos de todo es estar más cerca de ti, apreciar muchísimo más lo que tienes, lo que te rodea y darte cuenta de hasta qué punto somos una sociedad consumista y materialista. 

 

Para mí, vivir en el pueblo significa vivir mis aficiones de una forma mucho más profunda porque no recibo ninguna influencia que me impida dedicar todo el tiempo del mundo a leer, cocinar, coser y ver películas.

 

[Img #45893]Me llamo Belén, soy nieta de Pedro el Cantonero que como tantos hombres de su época tuvo que emigrar a Barcelona en busca de una vida mejor.

 

Hoy, casi 60 años después, se han girado las tornas y es su nieta la que vuelve al pueblo. Me apasiona leer, cocinar, coser y ver películas. Me gusta aprender, por eso día a día intento superarme y hacer cosas desconocidas para mí, como, por ejemplo, empezar a cultivar hortalizas en el patio de casa. Este será de ahora en adelante mi pequeño cuaderno de bitácora, ¿me acompañas en esta aventura?

 
Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.