¡Un corzo en el Raval!

¡Un corzo en el Raval! La exclamación original fue ¡un ciervo en el raval!, aunque algunos cazadores matizaron que se trataba de una especie más pequeña. Más que en el tamaño, los hechos cobraron importancia por lo sorprendentes, y es que, al menos hasta ahora, Onda no era conocida como tierra de cérvidos, y menos el casco urbano, por lo que la aparición de uno de ellos en la céntrica plaza del Raval causó en principio, una gran incredulidad, seguida de una gran expectación.

Fue un vecino la que avisó este martes alrededor de las 7.30 horas a los agentes de la Policía Local, quienes estaban bastante cerca del lugar. Tres perros perseguían a un corzo, que al parecer intentaba escapar de los mordiscos de los canes, según informaron fuentes del Ayuntamiento de Onda La presencia humana, al menos en este caso, fue vital para los intereses del animal.

Tres personas y un agente capturaron con sus manos al corzo, que presentaba heridas en las patas. Tras inmovilizarlo con una cuerda, lo subieron al todoterreno ‘pick up’ del cuerpo de seguridad local y se lo llevaron al almacén de Pavistil, donde le dieron agua y le limpiaron la sangre de las heridas, que no presentaban gravedad, según informaron desde el consistorio.

Entonces se llamó al Seprona para que se encargara del caso. Al final se decidió soltarlo en Montí, de donde al parecer había venido. Aunque la presencia de corzos en Onda no era muy conocida, expertos medioambientales consultados por Arrels señalaron que la especie va ganando espacio en las montañas, y que la Serra d’Espadà no es una excepción.