Los conflictos entre los regantes afloran en Onda con la sequía

Con la sequía han aflorado en Onda viejos conflictos entre los regantes.  La comunidad de regantes de la Villa d’Onda quiere el agua del Millars “que por derecho tienen las tierras”. La Comunitat de regantes de la Cota 220, quien gestiona las tuberías, tiene previsto concedérsela, pero hacia la balsa de la Vila, y no hacía el depósito de Miralcamp. Ante esta negativa parcial y mientras la Confederación Hidrográfica del Júcar resuelve el problema, los regantes de la Villa d’Onda intentaron ayer abrir la válvula para obtener el agua que pasa por las canalizaciones gestionadas por la Cota 220.

Los regantes de la Villa d’Onda necesitan agua. Sus pozos todavía tienen alguna reserva, pero si continúa la sequía, es cuestión de tiempo que se agote. El embalse de Benitandús, propiedad de esta comunidad, está bajo mínimos. En la actualidad almacena 0,29 hm3, cuando su capacidad es de 1 hm^3, , una situación muy alejada de la de 2013, cuando estaba al 75% de su capacidad.  Los menos de 150 l/m cuadrados caídos en 2014 ayudan a explicar la situación. Por este motivo, según comentó el presidente de la entidad, Salvador García, reclaman el agua del Millars, y exigen que llegue, además de a la balsa de Vila, a la de Miralcamp.

Desde la Comunidad de Regantes de la Cota 220 están dispuestos a dársela a través de una tubería que desembocaría, una vez concluyeran las obras, en la balsa de la Vila, “que es la solución más económica para todos y desde donde la Vila d’Onda podría regar sus tierras”. Sin embargo, descartan ofrecer la que se dirigía a Miralcamp, “ya que podría dañar las tuberías de riego”, según señalaron fuentes de la entidad.

La resolución final depende de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Los regantes ya se han reunido en diversas ocasiones con los representantes de este organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, pero el consenso todavía está lejos. De hecho, los miembros de la Villa d’Onda no quisieron participar en la última sesión, un hecho que les recriminaron desde la Cota 220, aunque desde la Vila d’Onda alegaron que “las condiciones previas a la entrevista habían cambiado, por eso nos marchamos”.

La Comunidad de Regantes de la Villa d’Onda no quieren esperar más tiempo la llegada del agua que circula hacia Miralcamp. Con este propósito acudieron ayer  a las ocho de la mañana a la válvula ubicada junto al río Seco y que da paso al agua que circula hacia Miralcamp.

Tras colocar líquido desengrasante en las viejas instalaciones y ayudados con una pata de cabra, los regantes de la Comunidad de Regantes de la Villa d’Onda intentaron abrir la válvula, pero por allí no corrió el agua, por lo que sospecharon que la habían cortado, aunque no descartaron volver a intentarlo. De todas formas, según señalaron, “ya advertimos a la CHJ de nuestra intención”.

No es la primera vez que lo hacen, en el año 2000 ya la abrieron, según señalaron, y es que los problemas entre estas dos comunidades de regantes vienen de lejos, incluso uno de estos capítulos acabó en el tribunal supremo con el agua como telón de fondo.