Durante años se ha repetido una creencia muy extendida entre los conductores: “pedir una grúa no cuenta como parte y no afecta al seguro”. Sin embargo, esta afirmación es solo una verdad a medias, y puede tener consecuencias económicas importantes. En realidad, las compañías de seguros sí registran esas asistencias y las tienen muy en cuenta a la hora de renovar o fijar el precio de tu póliza.

La confusión surge porque las peticiones de grúa no aparecen en la base de datos común de las aseguradoras, la que consultan cuando cambias de compañía. Por eso, si te cambias de aseguradora, las grúas que hayas solicitado no se verán reflejadas en tu historial. Pero eso no significa que tu compañía actual no las registre internamente.

De hecho, si has pedido varias grúas en un mismo año —por ejemplo, por quedarte sin batería, pinchar una rueda o sufrir una avería leve— la aseguradora puede interpretarlo como un riesgo adicional. Y esa percepción se traduce, casi siempre, en un aumento de la prima o incluso en la anulación de la póliza.

No es raro que un conductor se sorprenda al ver que su seguro se ha encarecido 100 o 150 euros tras haber solicitado asistencia en carretera. La compañía no lo hace por capricho: lo hace porque, para ellos, cada intervención de grúa es un coste y, en su lógica interna, un indicador de riesgo.

Por eso, en Grupo Cerdá recomendamos ser prudente antes de pedir una grúa por incidencias menores y, sobre todo, revisar bien las condiciones de tu póliza antes de renovar. Cada compañía aplica criterios diferentes, y en muchos casos es posible negociar o encontrar alternativas más ventajosas.

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