Autónomo o empresa: la decisión clave para proteger tu negocio

En el mundo empresarial, una de las dudas más recurrentes es si es mejor operar como autónomo o constituir una empresa. La respuesta, aunque depende de cada situación, suele ser clara: crear una empresa es la opción más segura y eficiente para proteger el patrimonio y optimizar los recursos.

Ser autónomo significa asumir riesgos personales ilimitados. Muchos emprendedores comienzan su actividad como autónomos por comodidad o desconocimiento sin considerar que, ante problemas financieros, responderán con su propio patrimonio.

Aparte aunque se cotice más a la Seguridad Social para mejorar la pensión de jubilación, esto rara vez compensa la diferencia de coste con una empresa. Pagar más mensualmente en la cotización solo supone una mejora mínima en la pensión futura y en ningún caso evitará problemas económicos en el presente.

El mito de que una empresa es más cara. Muchos gestores advierten a los autónomos de que crear una empresa implica pagar más impuestos y más gastos de gestoría. Pero si analizamos los números, esto no es cierto.

No esta tanta la diferencia de coste entre persona física y sociedad si tenemos en cuenta los beneficios y deducciones a los que puede acceder una empresa.

Un autónomo paga una cuota fija, mientras que una empresa puede optimizar su carga fiscal y reducir costes en función de sus ingresos. Además, los honorarios de gestoría para ambos casos son prácticamente los mismos, ya que la cantidad de trámites y documentación es similar.

El caso real de un empresario afectado. En Grupo Cerdá hemos visto de primera mano las consecuencias de operar como autónomo. Un empresario acudió a nosotros después de sufrir un embargo por parte de Hacienda. Todo comenzó con el impago de algunos de sus clientes que estresó su situación contable.

El empresario contrajo una pequeña deuda con la Administración y, debido a intereses y sanciones, terminó cuatriplicándose en pocas semanas. Hacienda envió notificaciones a todos sus clientes para que pagaran directamente la deuda en lugar de abonarle sus facturas, dejándolo sin ingresos y con sus cuentas bloqueadas. Durante 10 meses, este empresario no pudo acceder a su propio dinero ni obtener financiación, lo que afectó gravemente a su negocio.

Si hubiera estado constituido como empresa, este problema no habría tenido el mismo impacto. La empresa habría asumido la deuda sin que Hacienda pudiera embargar directamente los ingresos personales del empresario ni bloquear sus cuentas.

En Grupo Cerdá le ayudamos a solventar la situación y a transformar su negocio en una empresa para evitar que volviera a ocurrir.

La clave: protegerse con una empresa. La constitución de una empresa no solo permite optimizar la carga fiscal y reducir riesgos, sino que también protege al empresario de sanciones, embargos y problemas financieros que pueden poner en peligro su estabilidad económica.

La empresa actúa como un escudo que limita la responsabilidad personal y permite gestionar el negocio de manera más segura y eficiente.

Si estás iniciando tu negocio o ya eres autónomo y quieres mejorar tu situación, en Grupo Cerdá podemos ayudarte a dar el paso hacia la constitución de tu empresa. No esperes a encontrarte con problemas financieros para tomar la mejor decisión para tu negocio. La prevención y la estrategia son clave para garantizar el éxito y la seguridad de cualquier actividad empresarial.