El PSPV de Onda critica que el PP desvíe a otro proyecto los fondos para convertir la ribera del Sonella en un parque fluvial y alerta de la pérdida de la subvención

El grupo municipal socialista de Onda alerta de la pérdida de fondos europeos si el equipo de gobierno del PP “continúa desvirtuando el alma del proyecto de modernización del municipio que presentó el PSPV ante Bruselas en la anterior legislatura”. Según detallan, la alcaldesa Carmina Ballester ha decidido desviar los recursos comunitarios asignados para convertir los márgenes del río Sonella en un corredor verde a la remodelación de la calle Capamantos. Denuncian que esta actuación nada tiene que ver con el planteamiento presentado a la Unión Europea “porque la integración del río en la ciudad y la reparación medioambiental de las riberas dejan de ser protagonistas”.

El proyecto inicial recoge la habilitación en los márgenes del Sonella de un circuito peatonal verde entre Artesa y Onda. La candidata a la Alcaldía, Silvia Cerdà, lamenta que “nuestra localidad haya perdido la oportunidad de reencontrarse con su río” y señala que, cuando sea alcaldesa, no renunciará al proyecto original, que incluye elementos de calistenia, un paseo para bicicletas y peatones, así como elementos de parques vivos.

Desde el PSPV de Onda reprochan a Carmina Ballester “que continúe desdibujando el plan de modernización de Onda que avaló Europa” y lamentan la nula creación de zonas verdes durante la legislatura. Los socialistas apuntan directamente a la remodelación de la avenida País Valencià “por ser el ejemplo de lo que no se debe hacer”. Explican que “ni se han reducido los carriles de circulación ni se han ensanchado las aceras ni muchos menos se han plantado árboles para renovar nuestro medioambiente”. “Al contrario, nos hemos encontrado con un mero cambio de pavimento que requiere mucho mantenimiento en el que se desperdician a diario miles y miles de litros de agua y productos químicos, rompiendo así la filosofía de sostenibilidad que regaba el proyecto”.

Cerdà advierte que si Europa percibe que los objetivos de convertir Onda en una ciudad más verde y sostenible no se cumplen “podríamos vernos obligados a devolver las ayudas, con el consecuente descrédito que supondría para nuestra ciudad”.