¡Auxilio recibido!

Solicitaba a Carmina, la alcaldesa, que si pudiera ser me enviara unas latas de aire de Onda, para que pudiera ir aspirándolo aquí en Valencia, no fuera a ser que me diera un cinco de copas (síncope) por la falta del alimento que me proporciona ese aire especial cada vez que voy a mi pueblo.

Pues bien, la alcaldesa me ha enviado una cosa mejor que las latas de aire, es una maceta con una planta típica de nuestro entrañable Montí, para que la huela y me lo recuerde. Lo único, es que estoy preocupado porque la he puesto en mi terraza y como me paso el día oliéndola, igual piensa algún vecino que es una planta de esas de la risa…

En definitiva, es un detalle que no cuesta nada, que en dos minutos está hecho, pero que indica que a la seriedad y dureza de los problemas que nos ocupan siempre se le puede añadir un toque simpático y agradable. Esa fue mi intención con la petición de auxilio en mi escrito anterior. Señora alcaldesa, un 10.

Y es que en estos momentos, en los que por la situación que estamos viviendo se nos hacen más necesarias las relaciones con los demás, y donde  las instituciones públicas tienen que estar más pendientes que nunca de las necesidades de los que peor lo están pasando, te das cuenta que la mayor parte de las veces las ideas políticas no son lo más importante, lo es mucho más la calidad humana de quienes tienen esas responsabilidades.

Nunca me han dado miedo las personas con ideologías distintas a la mía si son serias, sensatas y competentes. Harán cosas diferentes a las que yo haría, y que no serán las que más me gusten, pero también sé, que barbaridades y cosas rarísimas no van a hacer. En definitiva, que sean personas que den confianza, que se podrán equivocar, pero no te van a engañar.

Los peligrosos son los dirigentes (aunque sean de tus ideas), que por su incompetencia o fanatismo, en vez de solucionar los problemas lo que hacen es crearlos. Pero claro, como se dice vulgarmente, de donde no hay no se puede sacar.

Bueno, perdonad, que me he enrollado un poco, sigo con lo de mi plantita. estoy pensando en proponerle al Dr. Simón (genio y figura), el que se use ese sistema en las personas que tienen problema de respiración por el virus, aunque claro, es imprescindible, que el paciente sienta y quiera la tierra de donde se la traigan. Eso y un buen “pastís” de Onda, y problema casi solucionado.

En fin, ya falta menos, con un poquito de responsabilidad por parte de todos, dentro de cuatro días estaremos recordando con nuestros familiares y amigos las batallitas del confinamiento. Lo peor y más triste, son los que se han ido…

¡Viva Onda!