Martes, 09 de Septiembre de 2025

Actualizada Lunes, 08 de Septiembre de 2025 a las 15:40:58 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Lluís Domènech
Martes, 05 de Octubre de 2021 Tiempo de lectura:

'Lost in translation' (la cultura del almuerzo)

Imagino a Bill Murray y Scarlett Johansson en la segunda entrega de 'Lost in Translation' intentando descifrar el concepto de almuerzo que tienen los valencianos. Los visualizo en alguno de nuestros bares a eso de las 9.30 h, con el estómago adaptado al cruasán matutino y el paladar deseoso de café con leche, engullendo un bocata de sepia. Él haría trizas los cacahuetes del centro de la mesa y los prominentes pómulos de ella se sonrojarían con el vino de mesa aderezado con gaseosa.

Y es que de muy pequeño viví en reiteradas ocasiones el cómico desconcierto al que se someten los protagonistas de la historia que contó Sofia Coppola. Siempre sucedía lo mismo, en las películas de Hollywood se empeñaban en utilizar la palabra almuerzo para reunir a los personajes en la mesa de un restaurante francés donde servían lubinas a la sal, lo que para nosotros es una comida en toda regla.


Luego entendí que el problema está en la traducción y que ‘l’esmorzar’ es una cosa, muy nuestra, y que el almuerzo de las películas es otra, más sofisticada y menos divertida.


Tal es así, que esta parada matutina culinaria se ha ganado un hueco especial durante la semana de fiestas y, cuando te haces menos joven, te das cuenta que el día grande crece durante el primer sábado al ritmo que la gente se levanta de la mesa. Siempre conoces a alguien que vive fuera, pero vuelve al almuerzo del sábado cual anuncio del turrón por Navidad y, por muy grandes que sean las bolas del toro (embolado) o por muy finas que suenen las guitarras del concierto, este hecho gastronómico acontece antes que lo demás.


Lo mejor es que es algo espontáneo y que carece de mediación institucional: los amigos llaman a los bares y reservan; las peñas compran lo necesario y lo preparan en sus casales. 

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.20

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.